lunes, 19 de mayo de 2014

El ultimo Bals del perdon.


Hubiese querido escribirte antes pero tarde en saber el contenido de esta carta.
 Hoy he reunido, a mi parecer, las palabras correctas y te las plasmo en este papel.

Te quiero mucho, tanto que amo abrazarte y sentirte rescostado en mi espalda, adoro tu forma de mirarme, el roce de tus manos por encima de mi piel, el consejo antes de dormir y el placer que se encuentra con el sol por las mañanas.
De igual manera,  nada es tan real y suficiente como para pedirte que te quedes.

Aparentemente tu tienes mucho para dar.
Claramente yo estoy muy enferma para recibirlo.

Perdoname por dejarme abrazar y confundir tus sentimientos. Perdon por refugiarte en mis miedos alentando los tuyos a crecer.
Te mando el ultimo abrazo que nunca fue sentido pero guardare en mis recuerdos y  recibe el ultimo beso que nunca te sera dado.

Recuerdame por lo que te hice sentir, no por el amor que te arranque de la manos.

                                                                                                                                         


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