domingo, 22 de junio de 2014

Enamorarse era cuestión de entender.



La palabra llega a mis oídos muchos antes de abrir los ojos.
No tengo un dia de vida y ya me cuestiono lo que significa... amor.


Tengo 9 años y estoy enamorada perdidamente de un hombre mayor, encantador, buenmozo, con corbata, saco y barba. Si lo veo no puedo evitar sonreír. No puedo controlarlo.
Yo solo sonrío, el nunca sabrá el amor que le confiesa  mi sonrisa.


Tengo 13 años y estoy enamorada. Lo amo tanto que no dejo de pensar en el. No es su culpa ser tan bello. Tiene 15 años y pelo hermoso. Su sonrisa es encantadora, realmente encantador. Lo amo. Terminaremos el colegio. El empezara la universidad antes pero se que me va a esperar. Me muero de amor por el . Al año siguiente de haber terminado nos vamos a casar, lo se, es tan lindo!!! Algun día le voy a  decir todo. Algún día le voy a decir todo. Algun día le voy a decir todo. Algun día le voy a decir... Lo amo tanto.

Tengo 16 años y creo que no soy normal. No lo soy. No me enamoro. no lloro por nadie, no tengo diario, no tengo peluches de oso con corazón de algún san valentin, no me han regalado chocolates y el que lo haga se los va tener que comer todos. Supe que en la piscina me iba a pedir que fuera su novia así que no fui al cumpleaños. Voy a dejar de leer la revista ¨TU¨ ya me esta pareciendo aburrida.


Tengo 17 años. Me pregunto si es obligatorio besar. Y si no se como hacerlo? No me interesa aprender. Como es? Siempre hay que cerrar los ojos? Para que? Ojala se pueda hablar mientras, así es meno incomodo el momento. Me preocupa no poder respirar. Realmente no quiero... Beso.
Uno solo.
Bueno, dos mas y YA.

18,19,20, 21...

Soy mayor de edad.

Coño.

Voy a salir a la calle a buscar el hombre perfecto, ideal, especial, cariñoso, trabajador, que limpie el hogar, que me traiga regalos, que escriba poemas todos para mi con letra hermosa y legible. Que me ame, que me ame con locura. Solo que me ame.

Pero... no entiendo para que voy a tener un hombre así si no se como utilizarlo. Voy a preguntar a mis amigas si los que ellas tuvieron vinieron con indicaciones.

Para esto tengo que organizarme. Voy a tener algo totalmente nuevo en mi vida y debo aprender a usarlo.
Tengo que bañarlo
Limpiarlo
Darle de comer
Salir a la calle a pasearlo
Reirme de sus gracias
Aplaudirle cuando haga algo correcto.
Tengo que acariciarlo. también?... Tengo que?

Mmmhhm...No se si estoy lista para tener un hombre.

No me voy a preocupar. Llego tarde a todo. Todo lo hago tarde. Llego tarde a las entrevistas. Respondo tarde los Mails. Tarde para comer. Me duermo tarde. Leo hasta tarde. No me voy a preocupar, no es tan mala la tardanza, sinceramente, no me preocupa. Aprovechare para leer manuales, tratar de encariñarme de alguna forma con el animal, consciente, en este caso. Apenas tengo veintiuno para los veintidós seré una experta.

Rubio ojos azules, no te encariñes mucho. No se tener un hombre.

Tranquilo Rudo, ya voy a entender. El día que lo haga te llamo.

Oye galan, te has ganado mi numero pero no llames. Escribir? Si, no es tan grave. Pero procura no pasar de los 15 caracteres. Nada romántico. Chistes siempre son bien recibidos. En un año vemos que pasa.

Ya se. Me tengo que enamorar.
Que fácil era todo. Yo que creía que no entendía. No. No había intentado enamorarme.
Ahora si.
Voy a salir a la calle.
Ya ambiente el hogar.
Fui al super y le compre alimento.
Le indicare donde esta el baño así zafo de tener que sacarlo a pasear.
Compre un rascador de espaldas.

Todo esta en orden...

Ahora.... voy a intentar enamorarme.




Ya  cumpli los 22.

Mi numero de la suerte.

Tengo 22 y justo en un mes 23.

Que pasa con el 22?

Absolutamente nada.

Entonces?...

Sigo sin entender y se esta haciendo un poco tarde.







sábado, 7 de junio de 2014

Veinte pesos café (Primera parte)


Se despertó asustada sin saber por que. Tal vez era la sensación de una cama distinta a la suya. El olor de una habitación que no era propio. Se pregunto quien era. Quien soy?...no hubo respuesta. Esa mañana todo era distinto, ella misma no se sentía igual, por lo que no pudo responderse la pregunta. Era un sábado extraño de otoño. Parecía que el cielo se caería en cualquier momento. Ella quería correr a un lugar seguro antes que le cayera el cielo encima.

Entré al cafe de la esquina a media mañana. No tenía mucho dinero en la cartera pero haría lo que fuera por un café. No, no me iba a prostituir, voy a gastar los últimos veinte pesos. Veinte pesos café. Me senté en una mesa cualquiera con mis manos sosteniendo ese café, mi café, como si fuera el ultimo cafe de mi vida. Arrastre la silla y me senté, cerré los ojos y sentí el liquido negro traspasando mi garganta llenando mi cuerpo de cafeína y así fue como desperté.

Lo había notado, sabia que estaba ahí y no supe como evadirlo. Era como si el café se hubiese detenido a mirarme.
El liquido tomo fuerza y se convirtió en grandes círculos negros. Debo admitir, eran unos ojos sensualmente cafés.

Se acercó a la mesa y me preguntó si se podía sentar, no suelo mantener conversaciones con extraños pero esta era una excepción. -Si así lo deseas, respondí. Mi actitud había cambiado. Me empece a sentir mas femenina, será el efecto del café? Nos mantuvimos sin decir palabra alrededor de diez minutos pero nuestras miradas seguían fijas como una cafetera en proceso de ebullición. Interrumpió el hermoso silencio preguntando mi edad. Veintidós. Silencio. Se paro de la mesa y se fue. No había entendido que había pasado. Mire el reloj y ya eran pasadas las doce, el trabajo, mis compañeros y sus miradas reprochándome para burlarse a mis espaldas. Tenia que correr, me había olvidado que el tren me esperaba.
 Me pare de la mesa queriendo buscarlo pero no podía perder mas tiempo.
Llegue a la puerta de madera que debía abrir, al instante de hacerlo sentí un toque en la espalda y al voltearme estaba ahí, sosteniendo dos vasos de carton en sus tamaños mas grandes.
 -Aun no ha tomado tu cafe.
 Volvimos a la mesa anterior.
 -Que edad tienes? Pregunté.
Treinta y dos.
Silencio.
Diez años luz.

Este café era distinto no solo por el dulzor que contenía sino por lo que me pasaba en el curepo con cada sorbo.


6/7/2014